lunes, 24 de agosto de 2009

Hola Amigos,
Quiero contarles que mi libro "Only Stories, Historias del Corazón" se puede conseguir en Bahía Blanca en la librería Agencia Sur.

miércoles, 28 de enero de 2009

Reflexión

¿Qué es un hijo? ¿Qué es ser madre?

Contestar estas preguntas es tan difícil, porque montones de palabras revolotean de un lado a otro y siempre queda algo sin decir. Pero hay una, solo una, que responde a ambas y deja que el corazón hable, y es “el amor”. Ese amor incondicional que todo lo puede, que todo lo da, que no exige, y no discrimina.
El amor se ve en esas manitos chiquititas y sucias, sin reparo en el momento de una caricia, en esas boquitas encastradas de chocolate siempre dispuestas a dar un beso certero. En la mirada pícara, compradora, después de una travesura oculta en busca de una nueva concesión.
Son esos brazos que se cuelgan del cuello, sin medir su fuerza y expresándose sin límites. El amor se ve en esas lágrimas compartidas sin reparos y con narices sucias y sin pañuelos. O en las carcajadas francas, llenas de vida y más que efusivas.
El amor está en el corazón de una madre, como en el corazón de un hijo. Vuela de aquí para allá, sin permiso y con toda su furia.
Un hijo, es el que nos despierta la vida, en un mundo de sensaciones y sentimientos nuevos, que son solo explorados cada día, en cada nueva experiencia. Ser madre es esa sensación extraña, que no se había sentido nunca hasta ese momento y que solo se repite con otro hijo, con nadie más.
Ser madre es solo dar sin esperar un vuelto, es la entrega sin condicionamientos, es la felicidad sin medidas, es estar embriagada de tanto sentimiento.
Ser madre, ser hijo, es esa simbiosis natural, total y absoluta, solo amor…

Una historia de amor

Hola Mi Amor,
Que fácil resulta decir “Mi Amor”. Y sin embargo cuanto significan esas dos palabras. Amor de ayer, amor de hoy, amor de todos los tiempos. Miro al cielo y no deja de sorprenderme tanta belleza. Pensar que mas de una vez habré mirado esas estrellas, con ojos suplicantes, pidiéndoles por ese ser que en algún lugar estaría esperándome.
La brisa suave me susurra al oído, aquellas tus primeras palabras. El corazón late con más fuerza, y el pecho se estruja ante tanta emoción. Que maravilloso encuentro, aquel día, en que lo único que quería era chocar mis labios contra los tuyos y dejar que ese fuego interno nos encendiera de pasión a los dos.
Tus manos fuertes y robustas y tus brazos firmes me arrullaron contra tu pecho, cortándome el aire, con los suspiros a flor de piel. Y aquella mirada fugaz, capaz de despertar devoción y admiración, enloquecieron mi corazón.
Me dejé llevar y sentí que el amor ya instalado estaba. Como si hubiese sido un acto de magia, pasé de ser una mujer solitaria, a una mujer amada. El tiempo dejó de importarme, y los sueños fueron solo eso, sueños. Mi nueva realidad me extasiaba. Me había convertido en una mujer enamorada, y tenía a mi amor frente a mis virtudes, disfrutando de mis afectos, de mis caricias y mis mimos.
Era feliz. Soy feliz. Ya nada me importa. Encontré mi parte ausente y se que con esta unión viajaremos juntos al espacio sideral. Ese lugar donde las almas se unen para no desvincularse nunca jamás. Y ser, solo ser, uno fundido en el otro, un amor único. El nuestro.

Anécdotas


Mis cuentos propios, nacen de mi realidad cotidiana. Muchas veces encuentro motivos de inspiración en determinadas situaciones que me tocan vivir.
Los que me conocen personalmente saben de mis limitaciones motrices debido a una enfermedad inmunológica llamada Esclerosis Múltiple. Por los síntomas de la enfermedad mis movimientos suelen ser muy torpes y rígidos.

Fue así que nació esta historia:
...En una tarde de verano, de intenso calor, acababa de entregar un trabajo en el shopping de Abasto en Capital Federal. Afortunadamente habíamos encontrado un lugar muy cerquita de este centro comercial para estacionar. El único inconveniente era que por la inclinación de la calle, el auto quedaba recostado casi sobre la vereda. Dificultándome de ese modo, poder sentarme con facilidad. El sol nos pegaba fuerte. Los motores del aire acondicionado del Shopping daban a esa cuadra, la calle era de empedrado y las veredas estaban bastantes desparejas.
Con mi acompañante fuimos sorteando obstáculos hasta poder abrir la puerta del auto, pararme al lado e intentar ingresar al vehículo. El espacio entre el cordón y el borde interior de la puerta era muy pequeño. Pues en el intento por sentarme rápidamente, terminé acostada en ese pequeño espacio, el cual justamente no se encontraba muy limpio.
Ale, casi con desesperación y muy transpirada intentó levantarme del piso. Dada las circunstancias era una tarea imposible para una sola persona. Cuando de pronto siento por detrás de mi cabeza, unas manos que me toman por los hombros, mientras mi acompañante tiraba de mis brazos y manos. Sentí que ese personaje invisible había logrado pararme. Y al mismo tiempo me sorprendía la textura de sus manos. Eran guantes… pero de quién?
Como perdía el equilibrio al estar mal parada y por la debilidad que me produce el calor intenso, este desconocido buscaba mantenerme en pie y sus guantes terminaron en mi rostro. Por fin lo logramos, pude darme vuelta, verlo directamente a los ojos y sentarme en mi coche.
Este señor sumamente amable, era nada menos que un barrendero de Cliba (el servicio de limpieza de la ciudad de Buenos Aires). Flaquito, alto, con una sonrisa, me miró a los ojos y se disculpó por no haber podido sacarse los guantes. Yo me sentía terriblemente agradecida. Sus guantes eran para mi solo un detalle, no me importaban. No tenía palabras, quería desearle lo mejor. Este buen hombre me saludó con un gesto y volvió a su actividad. Estaba barriendo la calle perpendicular a la que nosotras nos encontrábamos estacionadas.
Por un instante me quedé observándolo, recogió su escoba, siguió tirando del carrito de residuos y continuó con su labor. Por ese lugar transitaban muchas personas. No se si por vergüenza o por ir demasiado apuradas, ninguno reparó en mi caída excepto este barrendero de Cliba.
Su buena disposición, su humildad y su solidaridad fueron mis salvadores. Sin reparo alguno y con mucha premura acudió en mi auxilio. Este señor era uno de los tantos ángeles disfrazado de persona que apareció mágicamente en mi vida, en el momento más oportuno.
Seguí mi viaje, esbozando una sonrisa de oreja a oreja. Es tan lindo confiar en los otros, y aun mucho mejor sentir que el otro por mas desconocido que sea, termine siendo nuestro protector. Como dice la canción, “gracias, gracias a la vida, que me ha dado tanto”.

Entrevistas

Dicen que las casualidades no existen, pero suelen ser increíbles cuando se da. En todas las revistas en las que he publicado solo aparece en nombre de Only Stories, nunca mi nombre.
Fue así, que una mañana mientras trabajaba en mi computadora, recibí una llamada. Era una mamá que como tantas otras me pedía que la ayudara con la historia de su nena que cumplía 15 años. Como ocurría habitualmente, una vez que le había explicado como era mi trabajo, comenzaba a darme detalles de su vida. Pero esta vez desde el inicio, me impactó.
En realidad no era la mamá, era la abuela. Era una abuela muy joven, la que había pasado por una situación extremadamente complicada con su hija y tuvo que hacerse cargo de sus dos nietitos. La historia era muy dura y muy cruel. Y en la medida que iba hablando, se parecía muchísimo a una historia de una persona conocida por mí desde hacía algunos años, cuya hija o nieta había sido mi alumna, durante mis años de docente.
Busqué la manera de frenar la conversación al darme cuenta que esta mujer me estaba revelando cada vez detalles mas íntimos, sin saber con quien estaba hablando. Confirmé su nombre y el de la nena. Ya no me quedaban dudas. Eran las mismas personas. Con la mayor cautela posible, le pregunté si ella se había dado cuenta quien estaba del otro lado del teléfono. Su respuesta inmediata fue: “no”.
Casi con temor me presenté, y ante mi sorpresa se emocionó. Lo primero que dijo fue: -Mónica, no lo puedo creer, estaba por llamarte porque estás en la lista de invitados. Sos una de las personas queridas por mi chiquita, quien nos ayudó durante este duro transe. Y queríamos que compartieras este gran momento con nosotros.-
Respiré aliviada. Sin embargo pese a sus palabras, insistí en que no era necesario que hiciera el trabajo conmigo. No había ningún compromiso y yo podía entenderla, ya que de hacerlo debía contarme demasiadas intimidades. No solo no le importó en lo absoluto seguir nuestra charla, sino que se alegró de ser a mí a quien tuviera que comentar tantos detalles.
Fue una historia conmovedora, llena de sutilezas. Busqué la manera, a través de sus palabras de expresarle a la nena todo lo que su abuela sentía, minimizando los momentos duros y recalcando todo su afecto.
La fiesta fue hermosa. Estaban presentes madre, hija y nieta. Su hija había podido compartir ese gran momento con ellas y las tres estaban felices. Ver sus emociones en vivo y en directo al escuchar el relato, fue algo maravilloso e imborrable. Las tres juntas quedaron grabadas en mi memoria.
El amor de madre supera cualquier avatar…

¿Qué es Only Stories?


Hola amigos,
Los que ya han visitado mi página web www.onlystories.com.ar saben de qué se trata. Los que no, pueden visitarla, además de conocer todo mi trabajo un poco mas a través de este blog.
Les recuerdo, mi nombre es Mónica Paterno, soy escritora y narradora y desde hace unos cuantos años me dedico a interpretar a todos aquellos que quieran expresarle a un ser querido lo que sienten por él, y no saben como.
En este blog encontrarán anécdotas actualizadas, entrevistas, mis propios cuentos y los nuevos productos.